“Si el contenido decide por mí, ¿qué hago?”

El contenido, ¿aliado o enemigo?

¿Tú consumes contenido o él a ti? ¿Te atormenta la cantidad de blogs que tienes en el navegador y los libros por leer?

Para el creador de contenido, curar e investigar pareciera ser un dolor de cabeza.

Si ese es tu problema, no estás solo. En este artículo te doy dos tips claves al final que pueden ayudarte.

La razón del problema es que vas dejando que el contenido vaya ganando poder en el transcurso del día, semanas…

Dejas que la información se acumule y no le das un parao; aunque suene loco, hay tanto material que sientes que lloras por dentro.

“Hay que leer todo, debo hacerlo rápido y escribir ya”. Son cosas que van repitiéndose en tu mente. Entras en shock. Te bloqueas.

¿Por qué si hay tanto material no sabes elegir? Por la velocidad con que vas, por la presión que te impones, por la necesidad de responder al ruído del mundo.

Cuando cedes a eso, entonces pierdes el control. Es hora de eligir. Lo que no sirva, adiós.

La prioridad eres tú

Te lo digo ahora: tú tienes el poder de poner un límite. Eres el superhéroe de la película. No hay película sin ti.

Ya no más inercia para leer y consumir contenido; ahora pondrás conciencia allí donde solo había nerviosismo.

Un creador de contenido como tú debe tener este proceso claro: objetivo, economía, prioridad, pragmatismo, organización y simpleza.

Pensar en la prioridad no como una virtud lejana, sino como algo práctico y que se coma mientras escuchas una canción.

La prioridad, esa diosa de lo importante. A ella deberías hacerle un altar, porque de ella podrás elegir, seleccionar, filtrar y desechar.

Creo que en la prioridad está la luz de la creatividad, porque solo allí la información podrá fluir con un propósito. ¡Eso es sexy!

Mis sugerencias para filtrar y avanzar

Sin embargo, te doy a dar dos tips importantes que he puesto en práctica desde hace años en mis procesos de creación.

Te toca a ti ponerlos en práctica y abrir tu mente a asumir el acto de consumo de contenido:

1. ¿Te preocupa el volumen de la contenidos web y la bibliografía?

La cantidad de material escrito y audiovisuales sobre la mayoría de los temas ya es enorme y aumenta a un ritmo constante, en todos los idiomas y formatos.

Mis sugerencias:

-Cuando investigamos con curiosidad solemos reunir grandes cantidades de materiales. ¿Tienes el tiempo claro para cumplir la meta? Estipula un tiempo concreto.

-Es necesario ir leyendo y filtrando, ir colocando en sintonía cada material con el plan de contenido, es decir, con tu prioridades ya establecidas a priori. Organiza, abre una categoría, abre tu propio método.

-Si actúas en orden, no será dolor de cabeza ni motivo de stress en seleccionar el material.

2. ¿Te preocupa la variedad y la multitud de versiones sobre un mismo tema?

Hay gran cantidad de bibliografía (material web, libros de texto, periódicos, revistas, publicaciones, videos en Youtube, normativas, etcétera) que puede ser apropiada.

Mis sugerencias:

-La variedad debe ser clasificada conforme vaya entrando en tu espacio de acopio. Esquematiza todo en tu cuaderno o pizarra. Ser coherente es una necesidad.

-Cuando filtras bien, ese contenido ingresa a tu vida, a tu espacio. Por eso decidir es fundamental, porque parte de tu atención y energía está en los materiales que han entrado en tu hábitat creativo.

-Haz un listado de fuentes y divide tu habitación para que cada una ocupe un sitio distinto. Respira. Disfruta la sensación que te da el orden.

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Gracias por leerme hasta acá.

Carlos Alfredo Marín

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